
La “Rosa” ebria de la brisa del campo, ebria de su misma fragancia
es el rostro bello, gentil, fresco de sonrisa amplia
que nunca dejará de ser el regalo cálido que esperan con ansia
las musas que inspiran a poetas, pintores, cantores que con besos de pétalos suaves dejan recuerdos y dejan nostalgias. (ICM)
El Cantón Pujilí, ubicado en la Provincia de Cotopaxi, Ecuador, es un lugar de hermosos paisajes, una singular historia, bella música, exquisita gastronomía, gente hospitalaria. Este rincón de América Latina, pese a sus riquezas naturales, irónicamente, es considerado uno de los más pobres del País de acuerdo a datos oficiales. Es aquí en donde nace en 1996 la Empresa Florícola Merizalde & Ramírez Flowers S.A.
Los objetivos soñados por sus mentores, José Augusto Merizalde Lara (Marzo de 1939-Febrero de 2021) y su hijo José Merizalde Ramírez fueron constituir una Florícola Familiar para aprovechar las condiciones climáticas del sitio y dar trabajo a varias familias del sector rural, que solo dependían de una insipiente producción agrícola y esta no les permitía tener un adecuado nivel de vida.
La familia Merizalde Ramírez, propietaria de la finca “Patoa”, inició este fructífero proyecto hace más de treinta años, convirtiéndose en la industria pionera en su área, en el centro andino del Ecuador. Pujilí, está a 2.985 mts. sobre el nivel del mar. El espléndido lugar es un agradable valle, circundado por las montañas de la Cordillera Occidental.
En esta mágica tierra se inició una prometedora aventura florícola, pues sus gestores decidieron despegar con la producción de claveles, ya que el microclima lo permitía. Dentro de los invernaderos la temperatura ambiente oscila entre los 22 y 26 grados centígrados .
Por una estrategia de carácter económico-empresarial y luego de ocho años de liderar el mercado con los claveles, estos fueron reemplazados por las rosas. Estas bellas flores de la naturaleza se convirtieron en productos de mayor demanda a escala nacional e internacional.
Las rosas que aquí se producen reflejan lo hermoso de un País pequeño pero biodiverso. Estas flores, caprichosamente hermosas por sus formas y colores intensos, son una mixtura de la bondadosa naturaleza y varios ensayos propios de la industria florícola. Son consideradas, a nivel mundial, como “Rosas de calidad Premium”.
El primer objetivo de la familia Merizalde Ramírez se cumplió paralelamente al otro y no menos importante, que es el de dar empleo a hombres y mujeres, siendo estas últimas el 70% del total de la nómina de trabajadores. Actualmente se benefician de su actividad florícola, 200 familias de manera directa y 1000 de manera indirecta.
Sus empleados son personas dedicadas, que aman lo que hacen y gracias a su empeño han logrado mantener vivo, este que pasó de ser un sueño a ser una realidad latente.
Los obreros de Merizalde & Ramírez Flowers S.A. perciben su sueldo más beneficios de Ley y son reconocidos por la familia de empresarios, como sus principales aliados en el interesante mundo de la Agroindustria.
Con el trabajo ejemplar, la tenacidad y el éxito de esta empresa, otros industriales vieron en Pujilí, un lugar de tierra fértil donde ahora hay varias florícolas y también empresas agroindustriales de brócoli.
El Cantón conocido como “Emporio Musical” por la riqueza cultural de sus habitantes, tiene pequeñas actividades económicas como el comercio tradicional, artesanal y ahora esta única actividad industrial, por la que su nombre “Pujilí” es conocido en todos los países del mundo.
La experiencia de los trabajadores de la zona va de la mano con las tecnologías de vanguardia en el cultivo de flores que hacen de cada rosa un producto especial. El éxito de la empresa, radica también en las ideas que se renuevan constantemente, en la economía sostenible y sustentable, entre otras.
El Slogan de la florícola es “Quien compra una rosa, regala amor”, sin duda alguna, las rosas de Merizalde & Ramírez Flowers S.A. tienen un merecido prestigio en toda América, Europa, Asia y Rusia, ubicada en la zona limítrofe de los dos continentes, lugares a donde estas bellezas de la naturaleza, se exportan con éxito.
Las Rosas, ahora constituyen en patrimonio agrícola del Ecuador, no en vano son las más apreciadas en todo el globo terráqueo.
El Ecuador se hace grande por los sueños de quienes las gestan, se hace grande cuando el capital humano es más importante que el capital monetario, se hace grande cuando se construyen, honestamente, empresas productivas; se hace grande cuando el trabajo es el motor principal de su progreso , cuando las metas no solo son quimeras, cuando los valores y principios están a “Flor de piel”.
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